Logroño / LEB Oro

La última bala para el Clavijo

Deberá ganar… y esperar

 

 

RS| Logroño

¡Por dios, qué sufrimiento! Los últimos dos partidos hemos llegado a la orilla y han sido dos ex-clavijos quienes nos impidieron llegar. Dos partidos y dos derrotas dolorosas que hacen que en el próximo y último partidosolo nos valga ganar... y esperar los resultados de los rivales.

En la próxima jornada el Leyma de La Coruña viene a Logroño en busca del triunfo y meterse en los puestos de arriba, mientras que el Clavijo jugará con esa angustia de verse en la obligación de ganar y en un deporte de precisión, no es buena compañera de viaje.

En el partido de Azpeitia contra el Sammic Hostelería a ambos equipos se les notó un exceso de nervios y eso, sumado a una gran intensidad, hizo que se impusieran las defensas. En el primer cuarto los locales arrancaron más fuertes (15-8), pero fue buena la reacción de los logroñeses al final (17-16).

En el segundo cuarto la salida de Phillips fue un revulsivo y puso al equipo por delante (19-25). Mucha igualdad y pocos puntos; codos encogidos y mucho miedo. Ibón Guridi rompió la monotonía,  revolucionó el partido y lograron llegar al descanso con un 41-33.

Con el inicio del tercer cuarto, los logroñeses debieron de entender que era la salida al recreo y el marcador se disparaba a un (51-35). La cosa no pintaba bien y tanto el banquillo como los aficionados ya solo confiaban en Yates como última esperanza. El último arreón logroñés lograba ponerse a siete puntos... y entraba el invitado a la fiesta.

 

EL INVITADO

Arrancó el definitivo cuarto con un Clavijo que mantenía vivo el partido, a pesar de la sensación de que el Sammic Hostelería lo tenía controlado. Tras acercarse muy brevemente, los pésimos porcentajes condenaban al Clavijo. Bueno, el poco acierto y algo más... ¿A quién le tocaba aparecer? ¿A quién correspondía clavar en la cruz al equipo de su alma? Sí... a ese excapitán Galarreta, que consiguió un cinco de siete en tiro de tres, para sumar un total de 17 puntos. Máximo anotador del encuentro. Cabe la posibilidad, tal vez remota, de que se le viera especialmente motivado.

 

 

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